Transmisión de COVID-19 por aerosoles y prevención de riesgos en hospitales y residencias
Preocupa la situación en los hospitales, tanto privados como públicos, en relación con la rápida transmisión respiratoria de SARS-CoV-2. Por ello, muchos científicos y expertos que proporcionan evidencias de cómo las gotitas de COVID-19 de pacientes infectados se propagan por el aire, describen medidas y recomendaciones para que los profesionales de la salud y los pacientes de hospitales y residencias de ancianos puedan protegerse de esta infección.
A continuación, te mostramos estas evidencias sobre la transmisión del virus a través del aire y las medidas que debemos tomar para reducir el riesgo de transmisión aérea en hospitales y residencias de ancianos hasta que se desarrolle una vacunación adecuada y eficaz.
Situación actual en la transmisión de COVID-19 en hospitales y residencias
Tras la declaración de pandemia mundial por la Organización Mundial de la Salud, los estudios han expuesto el papel de las gotitas emitidas por los humanos y las partículas de aerosol como principal vía de transmisión del SARS-CoV-2, concretamente lo que conocemos como transmisión aérea.
Se llevaron a cabo diversos estudios dentro de hospitales de Wuhan que demuestran la presencia de SARS-CoV-2 en diferentes muestras de aire. E incluso hay hallazgos similares que datan la presencia del virus en varias muestras de aire de otros hospitales como el de la Universidad de Nebraska.
La complejidad del asunto hace muy necesario que se lleven a cabo unas pautas adecuadas para proteger la salud tanto de pacientes como de los propios trabajadores de la salud, especialmente en espacios interiores.
Por ello, nos apoyamos en esta publicación de MDPI sobre la prevención de la transmisión aérea del SARS-CoV-2, para hacer a continuación un intento de sugerir pautas útiles para controlar las pandemias virales actuales y futuras en hospitales y residencias de ancianos.
Pautas y recomendaciones para la prevención de la transmisión de SARS-CoV-2 en Hospitales y Residencias de Ancianos
La transmisión del SARS-CoV-2 por partículas en aerosol en el aire en lugares cerrados con ventilación inadecuada, es especialmente crítica en hospitales y residencias de ancianos, puesto que se ha descubierto que es aquí donde la infección del virus se está propagando a un ritmo más rápido a pesar del uso de equipos de protección personal (EPP) y mascarillas.
Pero, afortunadamente, para la prevención de riesgos laborales en hospitales existen medidas que se pueden seguir para evitar este tipo de accidentes.
Recomendaciones para evitar el riesgo de transmisión de coronavirus en hospitales y residencias de ancianos
Ante la obligatoriedad de implementar medidas de prevención efectivas para la transmisión aérea de enfermedades tan infecciosas y emergentes como la COVID-19, en este artículo académico publicado en MDPI se sugieren las siguientes acciones:
- Usar humidificadores evaporativos con purificadores de aire portátiles y un adecuado sistema de ventilación mecánica;
- Respiradores sin válvulas para trabajadores sanitarios durante procedimientos quirúrgicos y otros procedimientos médicos;
- Evitar el uso de procedimientos en aerosol con nebulizadores. En vez de esto, usar inhaladores de dosis medidas;
- Evitar el uso de desinfectantes de peróxido de hidrógeno en interiores;
- Evitar el uso de la técnica UV-C con demasiada frecuencia, porque aumenta las concentraciones de ozono en espacios interiores.
Otras medidas y acciones para prevenir el contagio en hospitales y residencias de ancianos
En primer lugar, es importante que tengamos controlado si el hospital en el que nos encontramos dispone de los recursos necesarios y protocolos de prevención en el contacto con agentes biológicos. Como podría ser, por ejemplo, mantener a los grupos de riesgo, como embarazadas, alejados de las zonas más susceptibles de infección.
Fundamentalmente, las medidas que debemos llevar siempre a cabo en los hospitales y residencias son:
- El uso de mascarilla, pantalla facial o gafas de seguridad.
- Lavarnos correctamente las manos y antebrazos antes y después de atender a cada paciente, y antes de cada comida.
- Ventilar correctamente el aire interior y purificar el aire.
- Medir en tiempo real los niveles de CO2 en el ambiente, para proteger a los trabajadores sanitarios y pacientes en las habitaciones del hospital -y otras estancias interiores-.
En conclusión, para controlar la transmisión aérea del SARS-CoV-2 en lugares públicos interiores, especialmente hospitales y residencias de ancianos, recomendamos a partir de los diferentes estudios mencionados:
- El uso de humificadores evaporativos especialmente en condiciones secas, frías y con poca luz solar;
- Utilizar limpiadores de aire portátiles para una mayor protección frente a los aerosoles virales;
- Evitar el uso de desinfectantes de peróxido de hidrógeno durante procedimientos médicos y la técnica UV-C con demasiada frecuencia;
- Usar sistemas de ventilación mecánica;
- Utilizar monitores de CO2 para comprobar los niveles en tiempo real y proteger a los trabajadores sanitarios y pacientes en las habitaciones del hospital.
Por último, y como subrayan los autores de la publicación de MDPI, “los trabajadores sanitarios deben estar debidamente capacitados para seguir estas pautas antes mencionadas”. Y añaden: “Tales pautas, si las autoridades de salud las proporcionan adecuadamente y los implementan los trabajadores de la salud, podrían ser beneficiosas para reducir el riesgo de transmisión aérea en hospitales y residencias de ancianos hasta que se desarrolle una vacunación adecuada y eficaz”.
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